La circulación favorece más a la placenta que al cerebro en fetos de madres diabéticas.

La sangre fluye preferentemente a la placenta en lugar de al cerebro en fetos de madres con diabetes, según revela una investigación presentada en EuroEcho-Imaging 2016, la reunión anual de la Asociación Europea de Imágenes Cardiovasculares (EACVI, por sus siglas en inglés), una rama de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), que se celebra hasta este sábado en Leipzig, Alemania.

"Sabemos que la diabetes mellitus materna afecta a los órganos fetales", dice la doctora Aparna Kulkarni, cardióloga pediátrica del 'Bronx-Lebanon Hospital Center', en Nueva York, Estados Unidos. "Los bebés nacidos de madres con diabetes son a veces más grandes, especialmente si la diabetes no está controlada, y la placenta es más grande. Hay datos que sugieren que algunos otros órganos como el páncreas y los riñones en el feto podrían verse afectados", añade.

La investigación anterior de la doctora Kulkarni identificó cambios subclínicos en el músculo cardiaco de fetos de madres con diabetes. En el estudio que se presenta ahora investigó si estos fetos registraban cambios en la circulación sanguínea

La investigación incluyó 14 fetos de madres con diabetes tipo 1 o 2 y 16 fetos de madres sin diabetes (grupo control). Nueve de las madres diabéticas usaban insulina, tres tomaban medicamentos orales y dos utilizaba sólo la dieta para controlar sus niveles de glucosa.

Los investigadores emplearon la ecocardiografía Doppler fetal para medir el flujo sanguíneo que llega al cerebro, las vías de flujo izquierda y derecha del corazón, la aorta y la placenta. Se conectaron los datos a un modelo computarizado que imita la circulación fetal y que fue desarrollado por la doctora Patricia Garcia-Canadilla, del laboratorio de investigación Physense del doctor Bart Bijnens, de la Universidad de Pompeu Fabra, Barcelona.

MENOR FLUJO A LAS ARTERIAS DEL CEREBRO

Los investigadores hallaron que, en comparación con los fetos en el grupo de control, en los fetos de las madres diabéticas fluyó más sangre a la placenta y se desvió lejos del cerebro. Específicamente, los fetos de madres diabéticas presentaban menor resistencia placentaria y elasticidad, menor flujo sanguíneo a las arterias del cerebro (medida desde el radio de la arteria cerebral), menor flujo sanguíneo al cerebro frente a la placenta y menor potencia cardiaca.

Kulkarni señala: "El modelo computacional equivalente a la circulación fetal es un circuito eléctrico donde hay resistencias y elasticidades. Es más fácil que la sangre fluya a la placenta y más difícil que vaya al cerebro". Y añade que la placenta en fetos de madres diabéticas tiene cambios en sus vasos sanguíneos y se sabe que son importantes; por lo tanto, probablemente reciban más suministro de sangre.

Pero subraya que la menor proporción de sangre que se suministra al cerebro es un hallazgo interesante y podría tener implicaciones mayores. "La placenta se elimina después de que nace el bebé, por lo que ya no es parte de la circulación --recuerda--. Pero es posible que la reducción de la circulación al cerebro en el útero pueda afectar al bebé a lo largo de la vida".

"No sabemos lo suficiente acerca de por qué se produce esta redistribución del flujo sanguíneo o las implicaciones que pueda tener. Se necesita más investigación para averiguar si esto tiene algún impacto a largo plazo en la salud del bebé y si se puede hacer algo para prevenirlo", señala.

Y concluye: "En la actualidad, no creo que se deban hacer cambios en la atención a las mujeres embarazadas con diabetes mellitus basándose en estos hallazgos. Deben continuar las recomendaciones obstétricas estándar sobre el estricto control de la glucosa y llevar un estilo de vida saludable".