La toma de conciencia de la diabetes tipo 2 es determinante para su cuidado y buen control. Que el paciente comprenda la fisiopatología básica de la diabetes y la importancia del buen control glucémico es clave para su evolución. Por eso, desde el primer momento, el médico y el paciente tienen que ser corresponsables de la enfermedad, donde el nivel sociocultural del paciente puede influir en la comprensión de la fisiopatogenia, ya que la experiencia clínica pone de manifiesto que influye en general en el buen control metabólico de la enfermedad.

También hay que tener en cuenta las barreras lingüísticas y la falta de contenido educativo adaptado a las distintas culturas de los pacientes en cuestiones relativas la medicación, la dieta, el ejercicio y el control glucémico.

Es importante que en las visitas de control los profesionales sanitarios se aseguren que han entendido bien la importante del buen control de la diabetes para reducir las complicaciones, sobre todo el riesgo cardiovascular.

Incumplimiento

En este sentido, desde un principio el paciente tiene que entender que el incumplimiento terapéutico puede originar el desarrollo de otras patologías. Un aspecto de importancia son las complicaciones asociadas a los factores de riesgo cardiovascular que afectan la calidad de vida del paciente.

Muchas veces, el incumplimiento se debe a que el paciente no entiende las pautas de medicación, con lo cual hay que ofrecer indicaciones sencillas y claras. Aquí también es de suma importancia las visitas de seguimiento, donde se puede comprobar que ha entendido las pautas y se debe insistir en los hábitos y estilos de vida saludables. Se ha establecido una relación continua entre el control de la glucemia y la incidencia y progresión de las complicaciones microvasculares. Así, el estudio UKPDS ha demostrado en diabéticos tipo 2 una disminución del 37% de las complicaciones microvasculares con una reducción del 1% sobre la cifra de HbA1c anteriormente presente. En el mismo estudio se demuestra que el control estricto de la presión arterial (cifras por debajo de 130/85 mmHg) disminuye el riesgo de progresión de retinopatía en un 34%, independientemente de los valores de glucemia.

Tratamiento

Por eso, las opciones terapéuticas para minimizar el riesgo cardiovascular se basan en tres puntos: la dieta, el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico. Este último debe contemplar el control y tratamiento de la obesidad, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la anti agregación plaquetaria en los diabéticos con riesgo cardiovascular elevado, mayor 10% a los 10 años, con ACC en una dosis de 75-126 mg/día, como prevención primaria en varones mayores de 50 años o mujeres mayores de 60 años que tienen al menos un factor de riesgo cardiovascular, HTA, tabaquismo, dislipemia o microalbuminuria.

En este sentido, tanto la ADA/EASD recomiendan que los objetivos glucémicos sean menos ambiciosos en ancianos con expectativa de vida corta, elevada morbilidad, poli medicación o alto riesgo de hipoglucemias, considerando aceptable HbA1c entre el 7,6 y el 8,5.

En conclusión, hay que mejorar el control cardiometabólico de los pacientes con DM2 y alcanzar los objetivos terapéuticos del mayor número posible de los factores de riesgo cardiovasculares. Para conseguir, hay disponible un buen arsenal terapéutico, como los IDPP4, glucosuridos, antihipertensivos, estatinas, fibratos, entre otros, que debe ajustarse a las características personales de cada paciente.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores especialistas en Medicina de Familia Antoni Vericat Roure, Ramón Noguera Rodríguez y Ana Guarch Ibáñez, del Centro de Atención Primaria Sagrada Familia, de Barcelona; Ramón Victoriano Ruiz Sales, Sonia Vidal Asensio Asunción Salat Veciana, José María Vendrell Parera, Marta Piñol Margalef yJosep María Farre Marimon, del Centro de Salud El Vendrell, en Tarragona; los médicos de Atención Primaria Inma Pellicer Garrido, María Teresa Aubia Vendrell y María Rosa Calderer Cardona; los especialistas en Medicina General Fauri Tamayo, Waldo Pérez, Yolanda Durán y Jesús López, de Terrassa, y los médico de Familia Juan Cerda Perarnau, Jordi Bermudez Pohl y Edurne Serra de Renobales.

FUENTE: www.elmedicointeractivo.com