Una nueva investigación presentada en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés), que se celebra en Berlín, Alemania, revela los factores que influyen en la tasa de progresión de la diabetes tipo 2 (DT2), lo que puede explicar por qué varía tanto entre las personas.

La investigación fue realizada por el doctor Xuan Wang, la Universidad de Dundee, en Dundee, Reino Unido y la Universidad de Uppsala, en Uppsala, Suecia, y sus colegas.

Su objetivo era identificar los factores asociados con la tasa de progresión de DT2 utilizando datos del 'BioBank' de Reino Unido; un estudio de salud en curso de más de 500.000 voluntarios británicos reclutados de 2006 a 2010.

La población del BioBank de Reino Unido contiene 25.290 pacientes diabéticos, y los participantes informaron por sí mismos si tenían diabetes tipo 1 o tipo 2. Para excluir los casos de tipo 1 del estudio, el equipo analizó la puntuación de riesgo genético de los participantes y seleccionó un valor de corte que garantizaría que solo el 1 por ciento del grupo seleccionado tuviera esa forma de la enfermedad.

Los investigadores estudiaron una selección de 6.215 pacientes europeos blancos con DT2 que habían vivido con la enfermedad por no más de diez años.

De este grupo, pudieron elegir dos grupos de 429 pacientes que podrían combinarse en pares por el tiempo que habían vivido con DT2.

Cada pareja consistió en un miembro en el que progresaba rápido que requirió insulina en diez años y una persona cuya enfermedad todavía podía controlarse mediante dieta. El equipo luego estudió los factores clínicos y bioquímicos que unen los dos grupos para descubrir las asociaciones entre ellos y la tasa observada de progresión de la enfermedad.

IMPACTO DEL ENTORNO INTRAUTERINO EN LA PROGRESIÓN DE LA DIABETES

Los autores hallaron que la pertenencia al grupo de progresión rápida se asoció con una edad más joven en el momento del diagnóstico, un índice de masa corporal (IMC) más alto, una proporción más elevada de cadera y cintura, y eran más propensos a tomar estatinas y fibratos, medicación empleada para controlar el colesterol.

Al comparar las historias familiares de los dos grupos, el equipo también encontró que una historia de diabetes en el lado materno de la familia se asociaba con un mayor riesgo de progresión rápida de la enfermedad. No se encontró tal relación con la aparición de diabetes entre hermanos o en el lado paterno de la familia.

Los autores concluyen: "La mayor prevalencia de antecedentes maternos de diabetes en el grupo de progresión rápida sugiere un impacto del entorno intrauterino materno en la progresión de la diabetes en la descendencia, lo que justifica una investigación más profunda".