Un análisis a gran escala de un equipo internacional dirigido por investigadores de la 'University College London' (UCL) y la Universidad de Glasgow, en Reino Unido, utilizando información de estudios genéticos y ensayos clínicos revela un modesto efecto de las estatinas sobre el riesgo de la diabetes tipo 2 y el peso corporal en relación con el mecanismo de acción.

Publicado en la revista 'The Lancet', el trabajo recibió el apoyo financiero del Consejo de Investigación Médica, la Fundación Británica del Corazón, Rosetrees Trust y el Instituto Nacional de Investigación de la Salud del Centro hospitalario de Investigación Biomédica de la UCL.

Entre cerca de 130.000 participantes en ensayos clínicos que han analizado anteriormente los efectos de las estatinas sobre la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular (eventos vasculares mayores), aquellos asignados a tomar estatinas frente a los de placebo o con dosis más altas en comparación con dosis más bajas presentaron un pequeño aumento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 de alrededor del 12 por ciento durante un periodo de cuatro años y un incremento de peso de 240 gramos.

"El aumento de peso es un factor de riesgo para la diabetes que podría ayudar a explicar el pequeño incremento del riesgo de diabetes observado en personas que toman estatinas", explica el coautor principal David Preiss, del Instituto de Ciencia Médica y Cardiovascular de la Universidad de Glasgow.

Las estatinas funcionan mediante la reducción de la eficiencia de una enzima hepática involucrada en la producción de colesterol, lo que hace que las células hepáticas atrapen más lipoproteína de baja densidad (LDL) del torrente sanguíneo, disminuyendo su nivel circulante. Se cree que este mecanismo es la base de la eficacia de las estatinas en la reducción del riesgo de eventos vasculares.

"Variantes que ocurren comúnmente en el gen que codifica la misma enzima del hígado se asocian con un menor colesterol LDL", explica el coautor principal Daniel Swerdlow, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares de UCL. "Al incorporar información de hasta 220.000 personas, se encontró que estas variantes genéticas también se asociaron con un mayor peso y marginalmente mayor riesgo de diabetes tipo 2", agrega este investigador.

Y continúa: "Los hallazgos genéticos indican que el riesgo de subir de peso y de desarrollar diabetes observado en el análisis de los ensayos está relacionado con el conocido mecanismo de acción de las estatinas en lugar de algún otro efecto no deseado".

"Los hallazgos genéticos de nuestra estudio ayudan a explicar el mecanismo por el cual las estatinas aumentan el riesgo de peso y la diabetes", insiste Aroon Hingorani, director del Instituto de Ciencias Cardiovasculares de UCL y también autor del trabajo.

"Sin embargo, los efectos de las variantes genéticas son de menor magnitud que los efectos de las estatinas. Este estudio no identifica que la composición genética de un individuo afecte de manera significativa a su respuesta clínica al tratamiento con estatinas. Los medicamentos de estatinas deberían seguir prescribiéndose sin la necesidad de ningún tipo de pruebas genéticas", recomienda.

Teniendo en cuenta el recién conocido riesgo de diabetes, las directrices actuales del Instituto Nacional para la Salud y el Cuidado de Excelencia (NICE, por sus siglas en inglés) de Reino Unido sugieren que el tratamiento con estatinas se debe ofrecer a las personas con un riesgo del 10 por ciento o más de desarrollar enfermedades cardiovasculares en los próximos diez años.

También se recomiendan las estatinas para las personas que han tenido un ataque al corazón o un derrame cerebral con el fin de reducir el riesgo de futuros incidentes. Las estatinas son eficaces en la disminución de eventos cardiovasculares en personas con diabetes establecida.

"Los análisis anteriores han indicado que los beneficios cardiovasculares del tratamiento con estatinas superan con creces el riesgo de diabetes tipo 2 de reciente comienzo --subraya el coautor principal Naveed Sattar, del Instituto de Ciencia Médica y Cardiovascular de la Universidad de Glasgow--. Sin embargo, muchos pacientes idóneos para tratamiento con estatinas también se beneficiarían de cambios de estilo de vida que incluyen el aumento de la actividad física, comer más sano y dejar de fumar".

"Los modestos aumentos en el peso y el riesgo de diabetes observados en este estudio podrían ser fácilmente mitigados mediante la adopción de dietas y estilos de vida más saludables. Reforzar la importancia de los cambios de estilo de vida cuando se habla de estos temas con los pacientes mejoraría aún más el beneficio del tratamiento con estatinas en la prevención de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares", concluye.

MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS)